Un electrodoméstico muy sencillo y útil pero que resulta bastante desconocido, tanto en los hogares como en las oficinas y locales comerciales, es el humidificador. Su funcionamiento es simple. Consiste en un dispositivo compuesto por un recipiente con agua cuya finalidad es, mediante la evaporación u otros sistemas, proporcionar el nivel adecuado de humedad ambiental en las estancias donde se instala.
Con los humidificadoresconseguimos que el aire que respiramos sea menos agresivo para las vías respiratorias. Esto es especialmente importante en el caso de los bebés, los ancianos y las personas con asma u otros problemas respiratorios. También sirven para regular la humedad que se pierde a causa del uso de la calefacción, reducen el riesgo de que proliferen los microorganismos causantes de infecciones respiratorias y previenen irritaciones en la garganta y la piel por causa de la sequedad ambiental.
Existen diferentes tipos de humidificadores dependiendo del sistema que usan para mezclar el agua con el aire. Veamos cuáles son:
- Humidificador de vapor frío. Suelen funcionar mediante ultrasonidos que evaporan el agua del recipiente. Entre sus ventajas podemos citar su menor riesgo por no ser una fuente de calor y que se pueden utilizar en verano porque no aumentan la temperatura ambiente.
- Humidificador de vapor caliente. El sistema que utilizan para humidificar el ambiente es la evaporación. Son más económicos que los de vapor frío pero elevan la temperatura ambiente y pueden suponer un riesgo por el calor que producen.
- Humidificador centrífugo. Su sistema de pulverización proporciona un vapor que es rápidamente absorbido por el aire circulante. No humedecen los conductos ni los componentes del sistema de calefacción. Los de alimentación continua sólo requieren una toma de corriente y una conexión a la red de agua. Con todo, su mantenimiento es simple y resultan fáciles de limpiar. Se pueden emplear para desinfección química y desodorización en laboratorios, cámaras de conservación, granjas, fábricas...
-Humidificador evaporativo. No precisan más instalación que una toma de corriente y su funcionamiento es autónomo. Son los más adecuados para viviendas, oficinas, librerías, bodegas, hospitales, museos... Algunos modelos se pueden conectar a la red de agua, con lo que se evita tener que llenarlo.
Algunos modelos llevan incorporado un ionizador, que genera iones negativos que mantienen el aire más limpio y puro.
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