El control de la temperatura en los edificios es uno de los objetivos principales en la gestión eficiente de viviendas, oficinas y centros comerciales. Por otra parte, es uno de los grandes responsables del cambio climático debido a las emisiones de gases de efecto invernadero y el elevado consumo energético.
Cada año se instalan en los hogares más de 45.000 equipos de climatización que, para una buena optimización del consumo energético y un correcto mantenimiento, necesitan además filtros de aire y un hardware para controlar su uso. Todo ello supone un gasto anual de muchos miles de millones de euros.
Lo que por un lado puede beneficiar a los fabricantes de equipos de aire acondicionado, por otro perjudica a promotoras y usuarios de edificios, por el elevado coste de instalación y mantenimiento, especialmente si los equipos no son los adecuados. Según un informe de la UE el 90% de los edificios cuentan con equipos inadecuados para el control de la temperatura del agua y el aire.
Para aprender a gestionar mejor la temperatura, en la década de los 50 un equipo de arquitectos suecos estudió la gestión del aire y la humedad en los nidos de termitas de Tanzania y Zimbaue.
Las termitas necesitan una temperatura constante de unos 30ºC para sobrevivir. Sin embargo, su hábitat natural sufre unas oscilaciones térmicas exteriores que van de los 42ºC diurnos a los 2ºC nocturnos. Con sus eficientes construcciones de nidos las termitas regulan los flujos de aire, la temperatura y la humedad tan solo con las leyes de la física y sin ninguna energía externa.
La altura de los montículos, la longitud y anchura de los canales de ventilación, los materiales empleados en su construcción y la orientación hacia el sol contribuyen a la gestión del aire en los nidos de termitas.
Basándose en estas construcciones existe un amplio número de edificios con ventilación natural en todo el mundo.
El Eastgate Shopping Center, un centro comercial y de oficinas ubicado en Harare (Zimbabue), se puede considerar como el primer ejemplo importante de construcción biomimética para el control de temperatura.
Este edificio ha sido diseñado con un sistema de aire acondicionado basado en los nidos de las termitas que para su climatización consume únicamente el 10% de la energía necesaria para un edificio convencional de sus mismas características.
Con este dato queda patente que es de vital importancia para un desarrollo sostenible aprender a diseñar y construir nuestros edificios siguiendo los modelos de la naturaleza, que optimizan al máximo los recursos renovables, apenas generan residuos y éstos son reciclables.
Fuente imagen: blogs.20minutos.es
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