En las noches de verano puede resultar difícil conciliar el sueño, especialmente en aquellas zonas en las que las temperaturas mínimas son muy elevadas. El calor excesivo es una de las causas más comunes de insomnio durante la época estival.
Según los expertos, la temperatura de confort para dormir con comodidad se sitúa entre los 22ºC y los 24ºC. Cuando la temperatura nocturna supera estos niveles la mejor forma de descansar es instalar un equipo de aire acondicionado.
Sin embargo, la duda que nos surge en ese momento es si resulta conveniente dormir con sistemas de climatización conectados durante toda la noche.
Ante esta pregunta existen opiniones a favor y en contra. Por un lado, se ha demostrado que 8 de cada 10 personas no pueden conciliar el sueño en verano sin aire acondicionado. Por otro lado, muchos usuarios sopesan el gasto energético que supone encender el aire acondicionado toda la noche así como los posibles problemas de salud que esto pueda acarrear.
Si ésta es tu situación y te debates entre dormir fresco o ahorrar en electricidad, en el artículo de hoy te damos unos consejos prácticos para dormir con aire acondicionado sin que se resienta tu salud ni tu bolsillo.
CUATRO IDEAS PARA DORMIR CON EL AIRE ACONDICIONADO
• Utiliza el modo sleep o nocturno de tu equipo. La mayoría de sistemas de climatización actuales cuentan con varios modos o programas diseñados para utilizar de forma eficiente el aire acondicionado. El programa nocturno, que podrá tener diferentes nombres según la marca del equipo, está especialmente pensado para ser utilizado por la noche minimizando el consumo.
El equipo funciona normalmente hasta que alcanza la temperatura programada en el termostato y, pasada una hora, la temperatura aumenta en un grado. De esta forma, se consigue ahorrar energía sin perder confort.
• Programa el termostato a la temperatura adecuada. Si tu equipo no cuenta con la función sleep programa la temperatura a 24 o 25 grados. La temperatura media durante la noche es sensiblemente inferior que durante el día. Además, cuando dormimos, la temperatura de nuestro también cuerpo baja por lo que podemos regular el termostato con unos grados más.
• Evita el flujo directo de aire. Instala el equipo de forma que el aire no se dirija directamente hacia la cama. Esta sencilla medida evitará problemas de salud causados por recibir un chorro de aire frío de forma permanente.
• Utiliza el modo swing. Otra forma de evitar que el aire frío incida directamente sobre nosotros es utilizar el modo swing, que modifica la salida de aire y hace que el equipo ventile de forma indirecta. Pregunta en tu tienda de aires acondicionados cómo programar las distintas funciones de tu equipo.
Con estas sencillas medidas podrás dormir fresco sin gastar demasiado y sin perjudicar tu salud.
Imagen: http://www.freedigitalphotos.net
Autor: FrameAngel
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