El objetivo del cambio es, según el Gobierno, abaratar el coste de la energía mediante la mejora de la competencia y el aumento de la transparencia en los contratos. De esta forma se persigue que los consumidores puedan elegir con mejor criterio entre las ofertas de las distintas empresas suministradoras.
PVCP, EL NUEVO SISTEMA DE FACTURACIÓN
PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor),modifica la forma de calcular el precio de la electricidad para los pequeños consumidores. No afecta a los impuestos ni a los costes fijos.
La novedad más significativa es que desparece el antiguo sistema de subastas que se venía empleando para fijar el precio de la energía.
A partir de ahora existen tres modalidades de contratación: PVPC, precio fijo anual y contrato bilateral. Para elegir uno de estos dos últimos hay que comparar meticulosamente las ofertas disponibles y comprobar cuál nos conviene más.
Conocer los conceptos por los que pagamos en nuestra factura de la luz nos puede ayudar a ahorrar energía al usar electrodomésticos y equipos de aire acondicionado. Bien utilizados, los sistemas de climatización son un gran aliado para el confort en el hogar.
Básicamente la nueva factura incluye 5 conceptos por los que pagamos: término de potencia, término de energía, impuesto especial sobre la electricidad, alquiler del equipo de medida (contador) e IVA o IGIC (para las Islas Canarias).
El término de potencia es un precio fijo que pagamos por disponer la potencia contratada y se halla multiplicando los kW contratados por los días que engloba la factura y el peaje de acceso.
El término de energía es lo que pagamos por la energía consumida. Es un precio fijado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Se calcula multiplicando los kWh por el precio contratado. A esta cantidad se le suma el término de energía y se le aplica el impuesto especial, que actualmente está fijado por ley en el 4,864%.
Añadimos el precio de alquiler mensual del contador, si no es de nuestra propiedad, cuyo coste (0,57 € por mes)también viene determinado por el Ministerio.
Sobre la suma de todos los conceptos anteriores se aplica el IVA o IGIC.
Con estos datos tenemos una información detallada de qué factores influyen en el recibo de la luz. Hay unos costes fijos independientes del consumo y otros variables, que son el consumo y los impuestos que se aplican. Si el consumo se eleva, los impuestos aumentan al ser un porcentaje de la base imponible.
Por tanto, si vamos a comprar aire acondicionado, lavadora o cualquier otro electrodoméstico, habrá que tener en cuenta su calificación energética para hacernos una idea de qué consumo pueden tener.