Aunque muchas veces no seamos conscientes de ello, vivimos rodeados de ruido las 24 horas del día. Los más molestos pueden llegar a producir problemas relacionados con la salud, como estrés, irritabilidad e insomnio.
Todos los electrodomésticos producen más o menos ruido, debido a las vibraciones del motor. Como estamos acostumbrados a convivir con ellos, a veces sólo nos damos cuenta de que suenan cuando los apagamos (por ejemplo, en el caso del ordenador).
Para conseguir un ambiente sonoro que no produzca impactos negativos en nuestro bienestar, a la hora de comprar electrodomésticos conviene saber cuál es su nivel sonoro.
El nivel de sonido se mide en decibelios (dB). El oído humano percibe y soporta de 0 a 120 dB. A partir de ahí, entremos en un nivel no soportable que se conoce como "umbral de dolor" y que puede incluso producir daños físicos en el oído. Según los expertos un nivel sonoro de más de 65 decibelios (dB) no es aceptable para el bienestar.
Los grandes electrodomésticos, como la lavadora, la secadora o el aire acondicionado, son una importante fuente de ruido en el hogar. Por ello los fabricantes dedican gran parte de su I+D a desarrollar menos ruidosos y más eficientes.
La nueva etiqueta energética, regulada por la UE, muestra los dBA (decibelios) que pueden emitir los electrodomésticos. Esto nos facilita que a la hora de visitar una tienda de aire acondicionado, por ejemplo, podamos elegir con facilidad el equipo menos ruidoso. El precio de un equipo suele estar relacionado con su eficiencia y con su nivel sonoro, pero siempre podemos buscar entre la oferta del mercado para comprar un aire acondicionado barato que cumpla con unos buenos requisitos en cuanto a sonoridad. Basta con comparar las etiquetas energéticas de los diferentes modelos.
LAS PARTES DEL AIRE ACONDICIONADO Y SU SOLUCIÓN CONTRA EL RUIDO
Los equipos de aire acondicionado con splits de pared son los más habituales para uso doméstico. Estos aparatos tienen una unidad interior y otra unidad exterior, donde se encuentra el compresor. Esto significa que el ruido generado se produce en el exterior de la vivienda.
Si el hogar cuenta con un buen aislamiento no percibiremos el ruido, pero puede suceder que sí lo escuchen nuestros vecinos. Para no causar molestias en el edificio, la primera medida sería elegir un aparato poco ruidoso. Además de esto, podemos tener en cuenta otras consideraciones, como vigilar que la unidad exterior esté bien fijada sobre el soporte de la pared para evitar vibraciones innecesarias. Siempre que sea posible debemos instalar el compresor lo más alejado posible de las zonas de descanso.
De esta forma disfrutaremos de un ambiente fresco en nuestro hogar sin causar molestias en nuestro entorno.Si quieres conocer más sobre el ruido en los electrodomesticos puedes consultarlo en la ruta de la energia.
Fuente de la imagen: Free digital photos
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