Cuando las máximas temperaturas amenazan con apretar el termómetro, las paredes de nuestras casas no siempre son capaces de aislar el calor del exterior. Justo en ese momento los sistemas de climatización se convierten en una de las soluciones más empleadas para garantizar la frescura de cualquier vivienda, ya que, de forma contraria a la concepción general de la gente, esta clase de aparatos extraen el aire caliente del interior de la habitación y lo expulsan hacia el exterior, sin enfriar en ningún caso el aire que ya estaba dentro de la casa.
Como ocurre en la mayor parte de los casos, cuando nos disponemos a comprar el aire acondicionado desconocemos por completo qué tipo de funcionamiento se esconde detrás de esta clase de aparatos. Entender cómo están organizadas sus diferentes partes y qué relación se establece entre la zona interior y la exterior del sistema de climatización es fundamental para conocer de primera mano cómo podemos mejorar la sensación de bienestar dentro de nuestra casa.EL INTERCAMBIADOR DE CALOR, LA PIEZA CLAVE DEL EQUIPO
Entre todos los elementos que constituyen y forman parte de los equipos de aire acondicionado destaca sin duda alguna el intercambiador de calor, un dispositivo creado exclusivamente para transferir el calor entre dos medios. Este mecanismo basa su funcionamiento en el principio de equilibrio térmico, que a grandes rasgos explica que si dos cuerpos presentan temperaturas diferentes éstos comparten la energía hasta que alcanzan los mismos grados centígrados. Siguiendo este fundamento técnico, lo que ocurre con los equipos de aire acondicionado es que el aire caliente que se encuentra en el interior de la habitación atraviesa unos tubos que contienen gas frío. De esta forma, cuando pasa al otro lado, el gas absorbe el calor y libera un aire mucho más fresco. Y lo mismo ocurre en la parte exterior del aparato, en la que el gas caliente atraviesa el frío y por consiguiente libera aire caliente.COMPRESOR Y VÁLVULA DE EXPANSIÓN, EL CICLO DE LA REFRIGERACIÓN
Como tanto el aire del interior como del exterior de la vivienda suele ser caliente, para que el equipo de aire acondicionado pueda ejercer su función existen dos piezas fundamentales: el compresor, que se encuentra cerca del condensador en el intercambiador exterior, y la válvula, situada cerca del evaporador en el intercambiador interior. El compresor se encarga de licuar el aire caliente que procede del interior de la vivienda, haciendo circular el vapor a alta presión y liberando mucha energía caliente hacia el exterior a través del condensador. De este proceso deriva el refrigerante en estado líquido, que vuelve otra vez a su condición inicial generando así el ciclo de climatización.Artículos Relacionados:
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Fuente imagen: caloryfrío.com