El pasado mes de febrero entró en vigor una subida del 18% en la tarifa de luz que afecta ya a todos los hogares españoles. Una medida que sube el consumo en la parte fija de la factura pero que baja en la parte variable, es decir, cuanta menos electricidad consumamos, mayor será el impacto en la cuota fija y por lo tanto más cara resultará la factura.
En cambio, cuanta más electricidad se consume, la subida del precio fijo disminuye y por lo tanto puede suponer un ahorro en la factura.
Desde el año 2008, los consumidores hemos pagado más de 21.000 millones de euros por el suministro eléctrico. Una cifra bastante elevada que nos obliga a buscar soluciones para reducir el consumo energético dentro de casa. En los meses de más calor el uso del aire acondicionado puede suponer un ahorro si sabemos cómo usarlo.
Para una reducción inmediata hay que tener en cuenta la clasificación energética del aparato. Por ejemplo, comprar un aire acondicionado de categoría A en vez de uno de clase E nos permitirá ahorrar más de un 60% de energía ya que son aparatos de bajo consumo y por lo tanto más eficientes en el ahorro de energía. Además debemos pensar en la ubicación del equipo de aire acondicionado para alejarlo de las fuentes de calor.
Consejos para reducir la factura de la luz
Uno de los factores más importantes a la hora de encender la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano es asegurarse de que tengamos un buen aislamiento térmico dentro de casa. Si tenemos el aire acondicionado encendido pero nos entran los rayos del sol directos por las ventanas la temperatura interior aumenta y por lo tanto el aire consume más energía. Poner cortinas, persianas o toldos en las ventanas ayuda a mantener la casa fresca.
Otra opción muy recomendable es aprovechar las horas más frías del día para ventilar la casa. Abrir puertas y ventanas para que el aire de la mañana o de la noche nos refresque la casa puede hacer que se reduzca hasta un 30% el consumo del aire acondicionado. Cerrar las puertas de las habitaciones y pasillos también ayuda a no dejar escapar el aire.
Cuando no hay nadie en casa es mejor utilizar la opción de ahorro de energía del aire acondicionado en vez de apagarlo y volverlo a encender al cabo de unas horas. El ahorro de energía mantendrá una buena climatización. Cuando se apaga el aparato la temperatura aumenta, y cuando se vuelve a encender, éste consume más cantidad de energía para volver a aclimatar el hogar, lo que conlleva un mayor gasto eléctrico.
Además para ayudar a reducir el trabajo del aire acondicionado, es importante tener las luces apagadas durante el día así como el máximo de aparatos electrónicos que podamos, ya que al desprender calor hacen que la temperatura de la casa aumente.
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