El aire acondicionado portátil es un sistema de climatización económico y fácil de transportar que, además, no requiere instalación.
Una de sus principales ventajas es que puedes desplazarlo de una habitación a otra para climatizar la estancia que necesites en cada momento.
Si bien cuando surgieron este tipo de equipos se podía hablar de que eran aires acondicionados económicos pero no eficientes, los modelos actuales cuentan con una tecnología mucho más avanzada que aporta unas prestaciones muy similares a las que ofrecen los equipos de aire acondicionado fijos.
FUNCIONAMIENTO DE ESTE SISTEMA DE CLIMATIZACIÓN
El funcionamiento de este sistema de climatización es muy sencillo. En un primer paso, aspira el aire caliente de la habitación y lo hace circular en su interior al tiempo que lo enfría al pasar por los tubos refrigerantes que contiene. A continuación expulsa el aire ya refrigerado.
Parte del aire no se enfría y debe ser expulsado al exterior, por lo que estos aparatos se deben colocar junto a una ventana.
Los equipos de aire acondicionado portátil se clasifican en función de los metros cuadrados de la estancia que se desea climatizar. A la hora de elegirlos hay que calcular, de forma aproximada, entre 100 y 140 frigorías por metro cuadrado de habitación. Por tanto, para climatizar una estancia de unos 20 metros cuadrados necesitaríamos un aparato de unas 2000 frigorías. Para climatizar superficies mayores (hasta 30 metros cuadrados) habría que elegir un equipo de unas 3000 o 3500 frigorías.
Entre sus principales ventajas destacamos las siguientes:
- Alcanzan rápidamente la temperatura de confort. Su sistema de doble tubo consigue enfriar en la mitad de tiempo que los equipos de tubo único, ya que la refrigeración se lleva a cabo a mayor velocidad.
- No requieren instalación, por lo que son muy recomendables para climatizar habitaciones donde no es posible instalar un equipo fijo, en viviendas de alquiler o vacacionales, así como si se va a utilizar de forma ocasional.
- Son equipos cada vez más compactos y menos ruidosos. No se requiere de mucho espacio para colocarlos y se pueden trasladar con gran facilidad.
- Su mantenimiento es muy sencillo y económico, pues tan solo requieren una limpieza periódica de los filtros y evitar la acumulación de la humedad que se produce por la condensación del aire en su interior.
La única recomendación, como en cualquier otro sistema de climatización, es que se debe utilizar de manera eficiente, para no generar un excesivo consumo energético. Regular el termostato a unos 25ºC es suficiente para mantener una temperatura agradable sin elevar el gasto y sin los perjuicios que un aire excesivamente frío puede tener para la salud.
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