Durante décadas el ser humano se las ha ingeniado en buscar formas de combatir los meses de calor más intenso. Poniéndole imaginación y recordando aquellos trucos caseros que solían hacer nuestros abuelos, encontraremos la manera de ahorrar en aire acondicionado, mantener una buena climatización y a la vez, reducir la factura de la luz.
Abrir las ventanas por la mañana y en la noche para ventilar la casa nos ayudará a refrescar el ambiente y evitaremos el calentamiento excesivo durante las horas en las que se registran las mayores temperaturas. Incluso también podemos dormir con las ventanas abiertas ya que entre las 3 y las 6 de la madrugada es cuando más corre el aire. Eso sí, no hay que olvidarse de cerrarlas cuando se asoma el calor e incluso bajar un poco las persianas, ya que durante las horas diurnas esto puede reducir el consumo de energía del aire acondicionado hasta un 30%.
Guardar las alfombras, cambiar las cortinas por visillos, colocar fundas de algodón o lino en el sofá o evitar los colores oscuros en los estores son pequeñas cosas que nos ayudaran a disminuir la sensación de calor. Colocar toldos en la terraza y en las ventanas para crear espacios de sombra también da resultado.
Otra opción muy tradicional y muy efectiva es plantar enredaderas y distribuir las ramas por la fachada de la casa. Si vives en un piso se puede hacer en la terraza. La capa de aire que se crea entre la vegetación y la pared amortigua el calor en el interior de la vivienda.
Cómo ahorrar energía con el aire acondicionado
Existen en el mercado equipos de aire acondicionado baratos, pero lo más importante a la hora de comprar un aire acondicionado es buscar uno que consuma menos electricidad. Además hay que considerar las dimensiones de tu vivienda así como cuántas personas viven en ella, situar el aparato en un lugar con buena circulación de aire y elegir un modelo que tenga termostato y lectura numérica para regular la temperatura. Lo ideal es tenerlo entre 24 y 26º C y nunca por debajo de 22º C ya que consume más energía. Además, debemos darle un buen mantenimiento y tener limpias las entradas y salidas, al igual que los filtros evitando que se obstruyan por la suciedad y el polvo.
La utilización de los aparatos electrónicos también es conveniente reducirla. Los electrodomésticos se calientan durante su uso, lo cual puede acabar afectando al ambiente de la casa. Evitar cocinar comidas calientes al mediodía, apagar las luces y desenchufar el ordenador pueden ser algunas soluciones.
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